K-Swiss se ha movido siempre por un espíritu emprendedor, desde el momento en que dos hermanos suizos se mudaron a California para crear una marca de calzado centrada en el tenis.
Ávidos esquiadores, los hermanos se inspiraron en las botas de piel de esquí para crear unas zapatillas de tenis capaces de soportar el movimiento lateral del tenis. Presentadas en 1966, las K-Swiss Classic fueron las primeras zapatillas de tenis de cuero del mundo. El modelo rápidamente ganó reconocimiento mundial y se convirtió en una declaración de estilo tanto dentro como fuera de la cancha, con un diseño informal para lucir tanto en el club de campo como en las calles de la ciudad.
Ahora, 57 años más tarde, K-Swiss revive su herencia como una marca de tenis americana para reescribir nuevos capítulos en su historia. A modo de homenaje al duro trabajo de nuestros fundadores y a la naturaleza competitiva del juego que lo inspiró todo, K-Swiss se vuelca con vestir e inspirar a las futuras generaciones de tenistas.