Gran Premio de Hungría 2015
Budapest ha cambiado de forma radical desde la primera visita de la Fórmula 1 en 1986, pero en este año en que se cumple el 30º aniversario del Gran Premio de Hungría, el circuito y el encanto de la ciudad permanecen casi intactos a pesar del paso del tiempo.
La pista tiene la velocidad media más baja de los circuitos permanentes del calendario, lo que le ha valido el apodo de “Mónaco sin muros”. Las opiniones de los pilotos son variopintas: la mayoría disfruta el reto de completar una vuelta de clasificación, pero las pocas oportunidades de adelantamiento en este trazado estrecho y serpenteante suelen generar frustración entre muchos de ellos.
El circuito es una pista de carga aerodinámica máxima, que tiende al subviraje y que exige una suspensión suave para pasar por encima de los pianos del retorcido sector medio. Como sucede en Mónaco, la posición en la pista es fundamental; pero, al contrario que en el Principado, las altas temperaturas en el asfalto son frecuentes y suelen provocar una carrera de tres paradas, por lo tanto se trata de un encuentro en el que la estrategia es de vital importancia.
Como es bien sabido, tanto Fernando como Jenson se alzaron con su primera victoria en Hungría: Fernando, en 2003, y Jenson, memorablemente, abriéndose paso desde la zona media del pelotón en una tarde de diluvio hasta hacerse con la victoria para Honda. Jenson ganó por segunda vez en 2011, uno de los 11 triunfos que McLaren ha logrado en este circuito.
