La tercera carrera de 2004 de la Fórmula 1 regresa al circuito internacional de Bahréin, el lugar donde se llevaron a cabo dos tercios de las pruebas de invierno. En otras temporadas, esto ha hecho que los equipos pudieran familiarizarse con el trazado y saber cuál es el montaje más apropiado, pero en 2014, el desarrollo de los monoplazas era tal, que las experiencias de la pretemporada no servirán de mucho para el gran premio.
Desde que se convirtiera en la primera carrera de la F1 en Oriente Medio en 2004, Bahréin ha proporcionado desafíos únicos para las carreras. La superficie lisa y los bordillos discretos hacen que los equipos tengan que pilotar con centros de balanceo muy bajos que, sin embargo, permiten a los pilotos exhibir un máximo nivel de ataque.
El ambiente polvoriento es un asesino de motores en potencia. Mientras que en el pasado las altas temperaturas provocaron problemas en los sistemas de refrigeración, en particular para los frenos en un trazado donde se usan mucho, en 2014 las temperaturas serán más bajas, ya que Bahréin se convierte en una carrera nocturna. Esto le da, al mismo tiempo, un nivel nuevo de incertidumbre a una de las carreras más misteriosas de la F1.
